Como quisiéramos que la vida fuese como una maquina reproductora, que solo pudiéramos reproducir momentos buenos e ir borrando los momentos malos. Pero lamentablemente no es así; el sol nunca deja de brillar ni la luna en alumbrar ni las estrella dejan de brillar. Solo que como la tierra gira podemos en su proceso de rotación pasar los días y las noches. En los días nublados las nubes no dejan reflejar el sol en todo su fulgor y filtran el calor de él, pero por ende no quiere decir que el sol no está en toda su función como siempre. Así es Dios, en esos momentos dificiles no quiere decir que no está ahí presente, solo que las nubes del problema y la dificultad no nos deja ver porque colocamos mas la mirada en el problema que en Él. Nada se esconde de los ojos de Dios, son solo doce horas de oscuridad y en ellas las flores que son cultivadas para sacar el perfume las trabajan en la profundidad de la noche porque es ahí donde emanan su aroma exquisito. En el momento de la prueba es donde Dios trabaja en nosotros y no quiere decir que no podamos exhalar el mejor perfume, ni podamos brillar aun en medio de la oscura prueba. Cuando llegue el día podamos lucir mejor los colores de la victoria, El trabajo que Dios hace en nosotros no es en vano, siempre que nos dejemos moldear por Él. Isaías 41:10 dice: No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia".
